BARRIOS INUNDADOS Y ANEGADOS El Santa Rita, Lomas, Pirayuí, Cremonte, son sectores de la ciudad en los que todavía se padece la demora en la acción municipal.
El temporal del domingo 3 dejó a la capital correntina literalmente bajo agua. Salvo algunos sectores, la gran mayoría de los barrios sufrieron lasconsecuencias de la acumulación del agua y el lento desagote. Si bien no hubo distinción entre los niveles sociales, porque los barrios del centro quedaron cubiertos tanto o más que los periféricos, no fue lo mismo una vez que las aguas descendieron; porque en las zonas más altas, las avenidas y calles asfaltadas la inundación bajó, pero en los barrios periféricos, donde las calles son de tierra y los desniveles más pronunciados en los terrenos, todavía continúan inundados, anegados o bien entrar o salir de las viviendas es prácticamente imposible.
Uno de los sectores más pobres, como es el asentamiento del Pirayuí, donde las familias construyeron sus viviendas, algunas más precarias que otras, aún continúan inundados y sin recibir la presencia de los funcionarios, pese a que reclaman en forma reiterada. "Nosotros no nos fuimos al centro de evacuados, no podíamos dejar la casa sola porque los vecinos estaban dando vueltas mirando si estábamos o no para entrar y llevarse las pocas cosas que tenemos", explicó a NORTE de Corrientes, Susana, vecina del asentamiento que mandó un audio y compartió imágenes de cómo se encuentran.
Esta vecina, que tiene tres niños en edad escolar, hace lo indecible junto al padre de los chicos, para poder continuar enviándolos a la escuela, "pero tenemos muchas dificultades. Necesitamos que la Municipalidad venga a ver cómo estamos, cómo vivimos. En cualquier momento vuelve a llover y nosotros vamos a seguir bajo agua".
Esta realidad se repite en otras zonas, los barrios Lomas o Santa Rita se encuentran en las mismas condiciones. Cinco días después del temporal todavía esperaban respuestas concretas de los funcionarios y no llegaban.
A través de grupos de Whatsapp hicieron llegar imágenes de cómo permanecen aún con mucha humedad, con el agua estancada debido a que en esos barrios no se han hecho obras de desagote pluvial, también se advierte una importante falta de mantenimiento de las alcantarillas o por las obras de cordón cuneta, que si bien estaban destinadas a mejorar la transitabilidad, taparon las zanjas que ayudaban al desagote del agua de lluvia pero no se colocaron alcantarillas, por lo que terminaron perjudicando a los vecinos.
PEDIDOS DE EXPLICACIONES
En paralelo, los vecinos del centro, del barrio Libertad que fue uno de los perjudicados, expresaron hace unos días en una reunión vecinal su preocupación y enojo por los perjuicios que les causó la inundación. Alrededor de 80 residentes se reunieron para discutir en la plaza España y piden explicaciones al Municipio respecto de por qué sus hogares quedaron inundados.
Algunos están resignados tras perder sus pertenencias, mientras otros exigen explicaciones de las autoridades locales y provinciales sobre las obras realizadas y pendientes.
DERRUMBE EN EL CICHERO
Otro problema del cual se demora la solución tiene que ver con el derrumbe registrado en el acceso al barrio Cichero. Dos desmoronamientos ocurrieron en menos de una semana debido a las lluvias.
La calle Pringles presenta dos cráteres de tres metros de diámetro y profundidad, poniendo en riesgo las casas cercanas.
La red cloacal colapsó, según la Subsecretaría de Gestión Integral de Riesgos y Catástrofes y los vecinos están preocupados por el peligro de derrumbe en sus hogares, que quedaron cerca de los cráteres y por el cual también piden respuestas concretas que no llegan.
