En Corrientes, la garrafa de 10 kilos se vende a más de 2.500 pesos

El aumento del 10 por ciento dispuesto recientemente por el Gobierno nacional para el precio de las garrafas de gas ya se siente en Corrientes y en algunos puntos de venta el valor del tubo de 10 kilos supera los 2.500 pesos, pese a que el precio de la recarga quedó fijado en un máximo de 1.467,30.

 En la Capital provincial, el precio de la garrafa de 10 kilos llegó a los 1.465 pesos en las estaciones de servicio YPF y en los centros de distribución de las otras marcas se fijó en 1.450, mientras que con envío a domicilio el precio ronda entre los 2.400 y los 2.500.

Donde se superó la barrera de los 2.500 pesos, e incluso se llegó a rozar los 3.000, fue en los kioscos y puntos de ventas informales que se encuentran en los barrios, donde la carga del cilindro más pequeño puede llegar a costar hasta 2.800, precio que queda a criterio de los comerciantes ya que las autoridades sólo regulan los valores en las plantas de distribución.

Vale recordar que, la Secretaría de Energía de la Nación dispuso un aumento del 10 por ciento, retroactivo al 1° de marzo, de los precios máximos de referencias de las garrafas de 10, 12 y 15 kilos para fraccionadores, distribuidores y venta al público, así como el butano y el propano para los productores adheridos al programa Hogar.

A partir de esa actualización, quedaron establecidos los siguientes precios máximos para la venta directa al público en los centros de distribución correntinos: 1.467,30 para la carga de 10 kilos; 1.761, para la de 12 y 2.021,55 para la de 15. Esos valores incluyen impuestos como el IVA e Ingresos Brutos, pero no el flete hasta el domicilio.

La resolución que habilita los aumentos explica, en sus considerandos, que los precios máximos de referencia establecidos cumplen un rol primordial para poder «dar un efectivo cumplimiento a los objetivos trazados en la Ley 26.0203, de Régimen de Industria y Comercialización de Gas Licuado de Petróleo (GLP)».

Entre esos objetivos «se destaca, principalmente, el de asegurar el suministro económico de GLP a sectores sociales residenciales de escasos recursos que no cuenten con servicio de gas natural por redes», agregó la medida.

A comienzos de año, el 19 de enero precisamente, se produjo la última actualización de precios. La Secretaría de Energía consideró que era necesario un incremento, «teniendo en cuenta la variación experimentada en los valores asociados a la producción de GLP, así como en los costos observados en los segmentos de fraccionamiento, distribución y comercio minorista», aunque «siempre manteniendo la protección de los usuarios vulnerables a través del programa Hogar».

PROBLEMAS

 

Pero más allá de los aumentos, el sector puede sufrir otros problemas, como la falta de abastecimiento. Hace exactamente un mes atrás, la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (Cegla) manifestó que producía con una pérdida operativa.

 

La misma cámara, que nuclea a 17 Pymes que fraccionan GLP butano en garrafas, había advertido sobre un inminente «quiebre del abastecimiento», en especial en las zonas más alejadas del país.

 

Según explicaron en un comunicado, el sector produce con una pérdida operativa como consecuencia de la medida oficial programa Hogar. Para asegurar que los hogares de bajos recursos -que residen en zonas no abastecidas por el servicio de gas por redes o que no se encuentren conectados a la red- puedan acceder a precios diferenciales de garrafas, el Gobierno subsidia a los usuarios mediante el programa Hogar, mientras que a los fraccionadores y al resto de la cadena industrial se los compensa con una Asistencia Económica Transitoria (AET).

 

De acuerdo al reclamo del sector, esa compensación no se cumple desde hace meses y hay empresas que desde abril de 2022 no perciben esos fondos. Desde el Ministerio de Economía argumentaron que la demora responde a que las empresas no entregaron las constancias correspondientes a la Subsecretaría de Combustibles.