Detuvieron a 42 personas tras el ataque a una sinagoga en Israel.

Cuarenta y dos personas fueron detenidas para ser interrogadas tras el ataque ocurrido ayer frente a una sinagoga en Jerusalén Este que dejó siete muertos.

Israel - Detuvieron a 42 personas por el atentado a la sinagoga del viernes 27

Cuarenta y dos personas fueron detenidas en las últimas horas para ser interrogadas tras el ataque ocurrido el viernes frente a una sinagoga en Jerusalén Este que dejó siete muertos, anunció la policía de Israel, mientras este sábado hubo otro ataque cometido por un palestino de 13 años que dejó dos heridos."La policía ha arrestado a 42 sospechosos para interrogarlos, algunos de ellos miembros de la familia del terrorista", precisó el comunicado policial.

Anoche un hombre disparó y mató a siete personas cerca de una sinagoga durante las oraciones de sabbat, y luego murió en un tiroteo con la policía.

Las autoridades identificaron al atacante como un palestino de 21 años, habitante de Jerusalén Este, el sector de la ciudad anexado por Israel después de la Guerra de los Seis Días de 1967, informó la prensa internacional.

No hay indicios de que el atacante haya participado anteriormente en actividades militantes o de que fuera miembro de un grupo armado palestino establecido.Algunos de los sospechosos detenidos viven en su mismo barrio de Jerusalén Este, añadió la policía.

Máxima alerta
En un comunicado difundido por separado, la policía informó que las fuerzas israelíes habían sido puestas en máxima alerta.

El atentado en la avenida Neve Yaakov, en un barrio de colonos judíos de Jerusalén Este, se produjo pocas horas después de un bombardeo israelí en la Franja de Gaza, en respuesta a disparos de cohetes desde ese enclave palestino.

El jefe policial israelí, Kobi Shabtai, calificó la matanza en la sinagoga como uno de los peores ataques que hemos tenido los últimos años.

Tras el ataque, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió medidas inmediatas, sin más detalles, y pidió a los israelíes no tomar la justicia por su propia mano, sino confiar en el ejército y la policía.