Las autoridades reforzaron sus patrullas, puntos de revisión y operativos de seguridad en el sur de país. Fue luego de que EE.UU comenzara a expulsar a venezolanos.
Luego de que Estados Unidos comenzara a expulsar migrantes venezolanos y a cerrarles las puertas a quienes intentan ingresar a través de México, las autoridades de seguridad y migración mexicanas reforzaron sus patrullas, puntos de revisión y operativos en el sur del país.
Hasta ahora, el Gobierno de México no explicó si sus acciones de seguridad se relacionan con el cambio de política estadounidense pero varios migrantes de ciudades del sur se mostraron preocupados por la medida. En particular, en la ciudad de Tapachula.
La opción que toman algunos migrantes es avanzar hacia el norte, pero corren el riesgo de que las autoridades los rompan y envíen a los migrantes de vuelta al sur. En la ciudad, duermen a lo largo de la calle principal o alquilan espacios en el suelo mientras esperan que se resuelva la situación.
Por su parte, los funcionarios de inmigración trabajan en procesar los documentos de estos migrantes para que puedan permanecer en el país mexicano. Sin embargo, los migrantes venezolanos se quejan del tiempo de espera. “Hablamos con varias personas, que han estado aquí durante una semana o incluso un mes”, declaró un funcionario.
El Instituto Nacional de Migración no respondió a preguntas sobre las actividades en la ciudad ni en el campamento de migrantes que se instaló. Muchos de los que esperan son migrantes venezolanos que siguen confundidos sobre la política que implementó Washington el mes pasado y que en esencia les cerró las fronteras.
Los venezolanos pueden solicitar ingreso temporal a Estados Unidos desde el extranjero si cumplen con ciertos requisitos, incluyendo la presencia de un patrocinador en territorio estadounidense.
