Una ciudad en Brasil cierra su playa por ataques de pirañas

MUNDO Se trata de la localidad de Pereira Barreto, localizada en el Estado de São Paulo. Al menos 15 personas sufrieron ataques de este animal en los últimos días.

La concurrida playa fluvial "Prainha do Pôr Sol", ubicada en São Paulo, Brasil, se vio convulsionada los últimos días y debió cerrar sus puertas a los bañistas por repetidos ataques de pirañas. Según informó el Ayuntamiento de Pereira Barreto, durante el último fin de semana se registraron 15 personas atacadas por este pez.

Las personas afectadas sufrieron heridas leves - en manos y pies -, y fueron trasladadas al hospital donde recibieron el alta el mismo día. La decisión de cerrar la playa se debe a que durante esta época del año los agresiones de estos animales son recurrentes ya que es el periodo de reproducción de esta especie.

Cómo fue el ataque de pirañas en Brasil
La playa "Prainha do Pôr Sol" es un área muy visitada durante esta época del año ya que se convierte en un refugio ante las altas temperaturas. Sin embargo, el ayuntamiento de Pereira Barreto contabilizó 15 bañistas heridos durante el fin de semana, por lo que decidió cerrar el acceso a las playas hasta nuevo aviso.

Es que el área donde ocurrieron los ataques se encuentra ubicada a los márgenes del río Tietê, zona fluvial que durante esta época del año se ve invadida por pirañas ya que es su periodo de reproducción. Estos animales encuentran en las raíces de las algas del río el lugar de refugio para poner sus huevos, lo que los hace circular por los márgenes del río, donde ocurrieron los ataques.

La Secretaría de Turismo afirmó que llevará a cabo una limpieza de estas algas para reducir la población de pirañas y evitar que permanezcan en este lugar. Además, se solicitó extremar los cuidados con la pesca irregular y el descarte inadecuado de alimentos en el agua, dos factores que favorecen la aparición de estos peces carnívoros.

Desde el ayuntamiento ya colocaron carteles anunciando la prohibición de bañarse. Se espera que en aproximadamente un mes la situación se normalice y los bañistas puedan disfrutar de las aguas de la playa brasilera.